La esposa de Julián Álvarez y su curioso método para acceder a un cargo público

Por Susana Jantus e Ignacio Montes de Oca | En retirada, el kirchnerismo recurre a los más insólitos  medios para garantizarse el dinero mensual desde el Estado. 

Resultados de exámenes judiciales de Hilda Lynn 

En los días finales de su gobierno, el kirchnerismo busca todo tipo de formas para asegurar “a su gente” en puestos claves y cubrir la mayor cantidad posible de posiciones menores en los organismos públicos. No se trata sólo de militantes a los que se premia con puestos estatales sino, además, de parientes cercanos a los que se pretende asegurar en puestos de la justicia, incluso cuando no cumplen los requisitos para el cargo. Es el caso de Hilda Virginia Lynn, esposa del hasta hace poco Secretario de Justicia y dirigente de la agrupación ultrakirchnerista “La Cámpora”. Aunque Lynn reprobó el examen para acceder al nombramiento como jueza en los Contencioso Administrativo de Lanús y Avellaneda, su marido estuvo dispuesto a conseguirle el cargo a como dé lugar.

La aparente falta de idoneidad de Lynn fue compensada con el poder de su esposo, Alejandro Julián Álvarez (más conocido como Julián Álvarez). Álvarez es amigo del hoy Secretario General de la Presidencia Eduardo "Wado" de Pedro, y ambos eran socios en el bufete de abogados que les daba trabajo antes de que ingresaran a la política. De Pedro fue quien le presentó a Cristina Kirchner y, desde entonces, Álvarez se convirtió en uno de los jóvenes camporistas más cercanos a la presidente. Algunas fuentes, sugieren que Álvarez fue quien sugirió la famosa y controvertida consigna de “Vamos por Todo” que la primera mandataria hizo suya desde entonces. Tanta cercanía le valió ser catapultado al cargo de Viceministro de Justicia y a ocupar un puesto en el Consejo de la Magistratura, en donde mostró su lealtad y eficiencia como operador político.

Nombramiento por decreto 2507-2014

Su lealtad le valió ser nominado semanas atrás para ocupar un cargo en el directorio de la Auditoria General de la Nación (AGN), junto a Juan Ignacio Forlón, un amigo cercano de Máximo Kirchner que venía de cubrir un puesto en el directorio del Banco Nación. La designación de ambos en el parlamento fue realizada en circunstancias polémicas; a punto tal que la bancada opositora decidió retirarse del recinto cuando se trató su nominación e incluso con críticas desde la misma bancada del Frente para la Victoria. Al día de la fecha, su desembarco en la AGN está trabado por un recurso judicial que cuestiona la legalidad del nombramiento, y que fue aceptada por el Juez en lo Contencioso y Administrativo Esteban Furnari.

Más datos del examen

Este no fue el único traspié reciente de Julián Álvarez, que luego de lograr que la presidencia le allanara el camino para ser el candidato oficialista para la populosa intendencia de Lanús, fue derrotado en las recientes elecciones por el candidato de Cambiemos, Néstor Grindetti.

Antes que se empezara a confirmar el ocaso del Kirchnerismo, Álvarez usó su poder de influencia para reforzar el ingreso familiar. Es por eso que desde tiempo atrás viene operando para que Hilda Lynn sea convertida en jueza.

Justicia de Familia

Hilda Lynn lleva años recorriendo cargos públicos en donde La Cámpora se hizo poderosa. Fue Directora de Asuntos Jurídicos de Aerolíneas Argentinas, en donde el ex socio de su marido era vicepresidente. Luego fue nombrada Directora Jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, en donde la misma agrupación maneja a discreción los nombramientos.

Estos cargos, sin embargo, tienen el inconveniente de terminarse con el cambio de signo político. Pero un cargo en la Justicia, es un lugar mucho más conveniente para trascender a los vaivenes electorales.

Resultados del examen según el Consejo de la Magistratura

Lynn se presentó el 24 de septiembre de 2014 al concurso para cubrir el puesto de juez en los Contencioso Administrativo de Lanús – Avellaneda, el distrito en donde su marido intentaba en ese entonces hacerse fuerte políticamente. Pese a su ya dilatada experiencia jurídica en instituciones del Estado, Lynn no logró aprobar el examen.  

De los 120 puntos mínimos que se necesitaban para superar la primera instancia, Lynn obtuvo: 70 en la Prueba de Resolución y otros 21 en las Preguntas Conceptuales. Es decir, 91 puntos, 29 menos de los que se requería para llegar a la segunda instancia. Sin embargo, su nombre apareció repentinamente en el listado de aprobados, y luego en la nómina de postulantes publicada por el Consejo de la Magistratura el 5 de noviembre de ese año.

La irregularidad se hizo más evidente cuando el Ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, no la incluyó en el listado de postulantes que elevó al Poder Ejecutivo provincial para que fuera puesto a consideración del Senado. Esa omisión, se dio en el contexto de la lucha sorda entre el gobernador Daniel Scioli y la presidente Cristina Fernández, que se resistía a su postulación presidencial y utilizaba a La Cámpora para desgastar su imagen.

No obstante, el boicot bonaerense no logró impedir que el nombre de Lynn volviera a aparecer cuando el listado de postulantes llegó al Consejo de la Magistratura, hecho que de ninguna manera – cómo podría pensar alguien semejante idea - se podía haber debido a la presión de su marido que para ese momento digitaba decenas de nombramientos vinculados al kirchnerismo.

Caratula del examen

Mientras el pliego de Lynn navegaba por la dimensión política bonaerense, su nombre volvió a asomar en otro expediente. Esta vez, cuando fue designada como Directora de la Procuración del Tesoro de la Nación. Su nombramiento fue firmado el 18 de diciembre de 2014, mediante el decreto 2507/2014, y se le asignó la letra “A”, una de las más elevadas del escalafón estatal.

Ser nombrado en la categoría “A” implica embolsar un sueldo mensual de unos $80.000, que puede duplicarse gracias a los denominados “incentivos”, eufemismo con el que se conoce a los cheques que reciben algunos empleados a fin de mes, incluso aquellos que rara vez aparecen en su lugar de trabajo.

La llegada de Lynn a la Procuración fue simultánea al arribo del Francisco Zannini, hijo del Secretario Legal y Técnico de la Presidencia y en ese entonces candidato a vicepresidente por el FPV. Ambos fueron seleccionados sin ningún concurso que evaluara su aptitud para el cargo. Fuentes de esa oficina, confirmaron a (Eliminando Variables) que comenzó a trabajar el 01 de diciembre de 2015 y fue presentada ese mismo día a sus compañeros; recién ahora figura en las listas de presentismo.

Los 72 gladiadores del multiple choice

La necesidad de realizar concursos para cubrir ciertos cargos del Estado, suele ser un obstáculo cuando el beneficiado por la gracia de un político carece de los requisitos mínimos para ser contratado. En otras ocasiones, en el apuro por llenar vacantes, los tiempos burocráticos que demanda el proceso de hacer una competencia de antecedentes y aptitudes son demasiados dilatados. ¿Cuál es la solución? Organizar una instancia  que tuviera apariencia de concurso sin que ello implique un desafío muy severo para los que compiten.

Curso de legitimación de vacantes

Hilda Lynn, Francisco Zannini y otros 70 empleados de la Procuración, fueron convocados a un curso organizado a las apuradas en la Escuela del Cuerpo de Abogados. El evento se realizó entre el 15 de octubre y el 09 de noviembre de 2015 y fue avalado mediante la Resolución 384/14 de la Jefatura de Gabinete. Es lo que se comunica en un email enviado por José Franco, destinado a “los compañeros”.

El curso fue organizado para “legitimar” vacantes que ya estaban cubiertas. Es decir, fue casi como organizar un curso prematrimonial para parejas que ya llevaban algunos años de casadas.

Y para que no quedaran dudas, los cursos fueron dictados en una entidad cuyas autoridades militan en la Cámpora y en donde una de sus alumnas, en este caso Hilda Lynn, es parte del cuerpo de profesores. Y entre los 72 alumnos del “curso”, aparecen notorias figuras como Francisco Zannini, Hilda Lynn y otros empleados que, al egresar, validaron retroactivamente su nombramiento sin concurso.

Para evitar cualquier contratiempo, el examen final fue tomado el 12 de noviembre pasado con la modalidad de  “multiple choice”, en el que basta saber cuáles son las respuestas correctas para aprobar. En este caso, previsiblemente, no hubo reprobados. Los abogados, como es el caso de la esposa de Álvarez, tuvieron que presentar además un trabajo práctico.

El matrimonio Álvarez-Lynn

La camporista Hilda Virginia Lynn nació el 04 de febrero de 1983. Abogada y casada con Julián Álvarez, es madre hace dos años de una niña. Ingresó en la administración pública el 10 de diciembre del 2011, el mismo día en que asumió su segunda presidencia Cristina Fernández de Kirchner.

Declaración Jurada de Hilda Lynn

De acuerdo con su declaración jurada del año 2014, a comienzos de enero del 2014 Lynn poseía sólo el 50 por ciento de un departamento utilizado para vivienda de sus padres en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de 33 m2. Al final del ejercicio (31/12/2014), según ese mismo documento,  había adquirido en un 31 por ciento un departamento “destinado a la explotación” en la localidad de Lanús, de 131m2 y cochera.

A principios del 2014, por otro lado, afirmó tener bienes por un total de $590.692, y concluyó el año con $774.938.

Su esposo, sin embargo, afirma  tres departamentos en alquiler en Lanus (de 20, 40 y 118 m2), la misma localidad en la que vive –departamento con cochera de 131 m2, que ingresó a su patrimonio el 18 de julio del 2014. A su vez, posee dos lotes de 1030 m2 en la localidad de Punilla, en Córdoba. Todas estas propiedades están valuadas fiscalmente en $1.340.085. Lynn junto a su esposo, también posee un automóvil Volkswagen Golf del año 2008.

A comienzos del 2014, Julián Álvarez afirmó tener bienes por un total de $859.985, concluyendo ese período con $1.649.796, es decir, un crecimiento patrimonial del 92 por ciento.

Y así, la doctora Hilda Lynn, no tendrá que preocuparse por su futuro económico, al igual que los 72 compañeros del curso tardío de legitimación para el cargo. En caso que  su pliego de jueza no fuera aprobado por las desprolijidades de su trámite, tendrá un puesto de alto rendimiento económico en la Procuración. Es una forma de ayudar a las finanzas familiares si su marido no logra insertarse en el AGN y su figura entra en un ocaso prematuro en la arena política.

La familia del inventor del “Vamos por Todo”, podrá agregarle ahora una nueva consigna que diga “y si no es todo, al menos aseguremos un puestito para la patrona”.

En Twitter: @EliminandoV

*Susana Jantus es periodista y docente