Músico, socio y desde hace un año, funcionario de Axel Kicillof

Por Ignacio Montes de Oca y José M. Stella

La actividad privada en una economía de reglas cambiantes como la Argentina suele ser un oficio duro en el que muchos quedan en el camino. Pero siempre queda el recurso de lograr un puesto en el Estado, para lo cual es bueno tener contactos. Cuánto más alto es el rango del funcionario, mejores son los puestos que se pueden obtener para no volver a sufrir los vaivenes de la competencia del mercado. Esta es una lección que parece haber aprendido Sebastián Rubin, el economista y amigo del ministro de Economía, Axel Kicillof.

Decreto 2716-2014 con el nombramiento de Sebastián Rubin

Desde comienzos de julio del 2014, Rubin es el Director de la Dirección de Lealtad Comercial, un organismo de la Secretaría de Comercio que depende directamente del Ministerio de Economía. Su designación fue dada a conocer en el Boletín Oficial de la República Argentina a mediados de enero de este año, mediante el decreto 2716/14,  rubricado el del 30 de diciembre de 2014, último día hábil del año pasado.  De hecho, el texto dice que Rubin fue contratado “temporariamente” por 180 días en julio pasado, aunque desde enero se le renovó el contrato.

La Dirección de Lealtad Comercial es una oficina estratégica que el kirchnerismo siempre reservó para sus hombres más leales. Desde allí se manejan las relaciones con las asociaciones de defensa de los consumidores y consultoras que suelen cuestionar la política de medición y control de precios del gobierno nacional.  También es el organismo que suele verificar y aplicar sanciones a las empresas.

Antes del desembarco de Rubin, el puesto estuvo ocupado por Fernando Antonio Carro y Adalberto Gabriel  Rotella, dos militantes del kirchnerismo de perfil combativo que protagonizaron furiosos ataques contra las organizaciones de defensa de consumidores críticos al gobierno y contra las consultoras privadas que medían índices de inflación que diferían con los publicados por el INDEC.  Resultan curiosas las profesiones principales de los que estuvieron al frente de la Dirección Nacional de Lealtad Comercial en los últimos años. Sebastián Rubin, es un músico devenido en funcionario, y que solo tenía en su haber un título de economista y una amistad ya añeja con el ministro de Economía. En el caso de Fernando Carro, estuvo al frente de la Dirección de Lealtad de Comercial (y posteriormente en la Dirección Nacional de Comercio Interior) con su título de “Profesor en Castellano, Literatura e Historia”. Adalberto Rotella manejó con mano de hierro esa dependencia durante varios años y –de acuerdo con el texto un fallo judicial del 2014- poseía sólo “estudios secundarios completos”.

Vieja lista de TNT (Gentileza: Apuntes-Urbanos.blogspot.com.ar)

Rubin y Kicillof se conocieron en la Facultad de Ciencias Eonómicas de la UBA cuando terminaba la década de 1990. Ambos cursaban la licenciatura en economía y militaban en “Tontos, pero no Tanto” (TNT), una agrupación universitaria que habían fundado junto a otros estudiantes de esa facultad. Tal como relató en una entrevista años atrás, Rubin era el encargado de la difusión de la agrupación, de la impresión de volantes y, en las fiestas que organizaban en la facultad, cumplía la función de disc jockey.

Cuando ambos se recibieron de economistas, Axel se dedicó a los estudios como becario de programas de la UBACYT y Rubin a su pasión por la música. Pero siguieron en contacto a través de un emprendimiento comercial en el barrio de Palermo. Era el bar “Espero Infinito”, creado en febrero del año 2000 y que tuvo cinco socios: Axel Kicillof, Sebastián Rubin, Lucas Bergman y otros dos ignotos amigos que tenían en común haber sido compañeros de la carrera de economía. El bar situado en El Salvador al 5700, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, era una mezcla de salón de lectura, sitio para recitales y café tradicional. Con muebles recolectados en las casas de parientes y promociones de “happy hour” y tragos de hidromiel, montaron un espacio bohemio que por un tiempo logró sostenerse, hasta que tuvieron que ponerlo en venta dos años después de la inauguración. La crisis del 2001 no fue prevista por los socios economistas y el local fue vendido ante la perspectiva cierta de tener que bajar definitivamente las persianas. Habría que aclarar que otros consideran que el bar fundió. Tal es el caso del gremialista gastronómico Luis Barrionuevo, quien no tuvo empacho en afirmarlo públicamente en varias entrevistas, en particular al ser consultado sobre la gestión del actual ministro de Economía.

En 2004,  Axel Kicillof fundó el Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino y para el año 2009  comenzó a vincularse con el kirchnerismo cuando entró en contacto con mariano Recalde,  a quien conocía del centro de Estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires. Sus primeros pasos como empleado  estatal fueron como subgerente de Aerolíneas Argentinas y Siderar.

La página web del grupo musical del Director de Lealtad Comercial

Mientras Rubin siguió adelante con la música y formó varios grupos de rock. Entre ellos se destacó “Sebastián Rubin y Los Subtitulados” que logró un éxito moderado en el circuito comercial. Salvo por el hecho de haber llevado la contabilidad del bar “Espero Infinito”, no se le conoce ninguna actividad vinculada a su carrera de economista. También fue la voz del “Profesor Pop”, un personaje que tenía un espacio en el programa del ex CQC Clemente Cancela en la Radio Rock & Pop, la emisora que es propiedad de los empresarios oficialistas Sergio Szpolski y Matías Garfunkel.

Pero, al parecer, la actividad artística que hizo Sebastián Rubin en los diez años que siguieron al momento en que recibió el diploma de economista, de pronto, ya no fueron suficientes para satisfacerlo. Sin haber ejercido su profesión por más de una década, el llamado de su viejo amigo Axel Kicillof fue suficiente para colocarlo en un puesto directivo del Estado argentino. Tan escueto es su recorrido como economista, que el sitio web de esa dirección ni siquiera ha podido colocar un currículo de su máxima autoridad, como lo hacen otros sitios del estado. Solo se sabe que tiene una matrícula profesional como economista, del resto de su biografía no se entrega información alguna. Tampoco se dice que fue de la vida de “Los Subtitulados”, el grupo de rock que lo acompañó hasta su conversión en funcionario.

Lo cierto es que Rubin ya no deberá sufrir los avatares del mercado y por lo menos hasta diciembre de 2015 tendrá asegurado un ingreso, al menos mientras su viejo amigo de la universidad siga al frente del Ministerio de Economía.

Una suerte similar tuvo Lucas Bergman, otro de los socios del fenecido bar palermitano, que hasta hace poco tiempo atrás fue Gerente de Compras de Aerolíneas Argentinas, se desvinculó y que durante los últimos meses regresó a la compañía área de bandera a través del operador turístico OPTAR (compañía que no presenta balances) , según le comentaron a (Eliminando Variables) fuentes del mercado. Antes ser nombrado en al cargo, también se había dedicado a tarea que no tenían que ver con su nueva función: Había sido periodista de los diarios BAE y Perfil. Vale recordar que Bergman había tenido que dejar la gerencia en la aerolínea estatizada por haber avalado contratos de compras sin licitación, originando una causa judicial que también alcanzó al presidente de la compañía, Mariano Recalde.

Otros de los ex compañeros de TNT que lograron importantes cargos estatales fueron Augusto Costa, actual Secretario de Comercio, el fallecido Iván Heyn, que ocupó la Subsecretaría de Comercio Exterior; Cecilia Nahón, otra de las integrantes iniciales de TNT, y que fue designada Embajadora en los EE.UU. pese a que sus antecedentes en diplomacia distaban de ser los ideales; Paula Español, fue colocada en la Subsecretaría de Comercio Exterior en reemplazo de Heyn; Ariel Langer, fue nombrado en la Secretaría de Comercio Interior; y finalmente, Javier Rodríguez fue designado Secretario de Emergencia Agropecuaria apenas el ministro Kicilloff asumió su cargo.

En tiempos de dificultades económicas es bueno contar con un puesto estatal. Esa es una lección que aprendieron los que en algún momento fueron la cúpula de TNT, la agrupación que debe su nombre a lo que parece ser un consejo para evitar los tiempos difíciles: “Tontos, pero no Tanto”.

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