Argentina cambia a Italia 3 aviones viejos por 20 helicópteros aún más viejos (y tiene que pagar)
Por Ignacio Montes de Oca
El 28 de diciembre de 2011 el ministerio de defensa argentino en ese entonces dirigido por Nilda Garré firmó un contrato con el ministerio de defensa italiano para realizar un complejo trueque. Aunque el contrato lleva una línea en el lugar donde debe señalarse el año del cierre del acuerdo, el resto del documento consultado tiene un detalle pormenorizado de la operación. Al pie se observan las firmas del secretario de Planeamiento argentino Jorge Mauro Vega y de los directivos de las empresas Alenia/Aeromachi y AugustaWestland.
El 28 de diciembre de 2011 el ministerio de defensa argentino en ese entonces dirigido por Nilda Garré firmó un contrato con el ministerio de defensa italiano para realizar un complejo trueque. Aunque el contrato lleva una línea en el lugar donde debe señalarse el año del cierre del acuerdo, el resto del documento consultado tiene un detalle pormenorizado de la operación. Al pie se observan las firmas del secretario de Planeamiento argentino Jorge Mauro Vega y de los directivos de las empresas Alenia/Aeromachi y AugustaWestland.
La operación fue rubricada el 8 de mayo de 2013 con la firma de la
Decisión Administrativa 182 que lleva la firma del anterior ministro de
defensa, Arturo Puricelli y del jefe de gabinete de ministros, Juan Manuel Abal
Medina.
Facsimil del contrato del Ministerio de Defensa |
El contrato original establece que el ejército argentino recibirá 20 helicópteros
Augusta/Bell 207 que habían sido sacados de servicio del escuadrón Practica Di
Mare del ejército italiano en 2008, y
que la transferencia que se hará por orden del Comando de Avizione de Italia y
a los Carabinieri.
En una operación previa, la empresa italiana Alenia recibirá tres
aviones militares de transporte táctico G222 que el ejército argentino dio de
baja por falta de repuestos o mantenimiento. En la operación, se entregarán
además todos los equipos de mantenimientos y repuestos sobrantes que la
Argentina guarda de estos aviones, cuyo historial incluye numerosos vuelos
durante la guerra de Malvinas. Se establece que los aviones y sus equipos de
apoyo están valuados en € 1.891.571. Los italianos de Alenia se comprometen a girarle
el dinero obtenido por los aviones a la empresa ítalo-británica AugustaWestland,
que a su vez recibirán los helicópteros de la policía italiana para ser
revisados y puestos a punto.
En resumen, Argentina entrega sus 3 aviones G222 a Alenia, que a cambio
de ellos le pagará a Westland el dinero por revisar los helicópteros que el
ministerio de defensa le envía a los argentinos y entrenar a tres oficiales
para su mantenimiento.
En el artículo 2 del contrato se establece que AugustaWestland usará
ese dinero para asumir parte del costo que demandará adiestrar por 24 semanas a
tres técnicos argentinos en Italia, previo envío de uno de los aparatos que
pertenecían a los Carabinieri a las instalaciones de la empresa por cuenta y
cargo del estado argentino. Además, se compromete a hacer una inspección del
material que se enviará a Buenos Aires en las instalaciones de la empresa en Frosinone
a fin de certificar con su personal que el material se encuentra en
condiciones. Para verificar el estado de los helicópteros, se establece en el
Art. 4 del contrato que los gastos de viaje y estadía corren por cuenta de los
visitantes. Lo mismo sucede con los tres técnicos que realizarán el curso de
entrenamiento, que deberán contar con dinero para pagar el alojamiento, las
comidas y todos los gastos que demande su estadía en Italia. En el Anexo 2, se
establece que los técnicos argentinos deberán saber el idioma italiano, ya que
la empresa no se hace cargo del costo de un traductor. Además le exigen certificados
médicos que pruebe que no tienen “HIV u
otras enfermedades infecciosas”. En caso de no cumplir los requisitos, la
empresa AugustaWestland “se reserva el
derecho de interrumpir el adiestramiento”. En la página 20 del contrato
vuelve a exigirse que los estudiantes no estén “infectados”.
Pero como el dinero que exigen los empresarios italianos y británicos
no alcanza a cubrirse con la entrega de los tres aviones del ejército argentino,
el ministerio de defensa se comprometió a pagar otros € 384.468,80 en concepto de
entrenamiento y € 350.000 por la inspección técnica. En total, la Argentina
pagará € 2.626.039,80 por sacar de su arsenal a las tres aeronaves de
transporte y recibir los 20 helicópteros de la policía italiana. La mayor
parte de ese importa provendrá de la entrega de los aviones G222.
En el artículo 4° del contrato se establece que “en el caso en que las pruebas del helicóptero se verificaran mal
funcionamientos de algún sistema / componente que, a juicio indiscutible de
AugustaWestland no perjudiquen la seguridad de vuelo del helicóptero, dichos
mal funcionamientos no deberán no deberán ser considerados, por parte del MD (ministerio
de defensa) Argentino, como un
impedimento para la aceptación final del helicóptero”. En otras palabras,
los ingleses e italianos se reservan la atribución de decidir si los argentinos
deben aceptar los aparatos incluso cuando tuvieran fallas. En compensación,
AugustaWestalnd le da a la Argentina una garantía de 12 meses por los repuestos
incorporados a los helicópteros.
La cuestión que se plantean en los foros militares se centra en la
necesidad de incorporar helicópteros modernos en lugar de aparatos que ya
tienen casi cuatro décadas de existencia.
El AB206 entró por primera vez en servicio en 1968 con la denominación
de OH-58 Kiowa, cuando Estados Unidos se encontraba peleando la guerra de
Vietnam. En realidad, el diseño fue desarrollado desde 1959 y presentado en
1961, cuando el ejército norteamericano lanzó un concurso para producir un
helicóptero de observación ligero. Y los helicópteros AB206 que están llegando
a la Argentina fueron entregados en septiembre de 1974, luego de ser fabricados
bajo licencia por la empresa italiana Augusta. Es decir, que los aparatos que
recibirá el ejército eran nuevos cuando Isabel Perón transitaba sus primeros
meses de gobierno y Néstor y Cristina Kirchner eran universitarios veinteañeros
en la Ciudad de la Plata. Considerando que la edad promedio de los pilotos del
ejército es de 30/35 años, los nuevos aparatos serán puesto bajo
responsabilidad de oficiales que no habían nacido cuando los helicópteros
entraban en servicio. Y con un poco de imaginación, es posible establecer que
el diseño es contemporáneo de los padres de los pilotos, cuando la Argentina
era gobernada por Arturo Frondizi.
Para darse una idea de la edad de los helicópteros, es posible señalar
que uno de los aparatos fue dejado fuera del lote entregado a la Argentina para
ser enviado al Museo del Helicóptero en Weston-super-Mare, en la localidad
británica de North Somerset.
De acuerdo a la prensa italiana, los helicópteros eran, hasta que los
argentinos decidieron aceptarlos, un verdadero dolor de cabeza. Para las leyes
italianas, el ejército de ese país no podía avanzar en la compra de los nuevos
aparatos AugustaWestland AW109 Nexus para reequipar al escuadrón, sin sacar de
sus arsenales los AB206. Pero además el deshacerse de sus helicópteros viejos
no era un asunto simple ya que las normas de la Unión Europea exigen un proceso
de reciclaje de los sistemas militares que el ejército italiano prefirió no
contratar, a la espera que algún país quisiera sacarle de encima los
equipamientos antiguos.
En el archivo del diario
italiano Corriere de la Sera es posible hallar dos noticias relacionadas con estos
helicópteros. El 31 de marzo de 2005 uno de los AB206 del escuadrón Practica Di
Mare cayó a tierra ocasionando la muerte de dos tripulantes. El 16 de octubre
de 2007, otro de los aparatos del mismo escuadrón se precipitó y murió su
piloto. Cuatro meses después se anunció que los AB206 de los Carabinieri serían
puestos fuera de servicio y desde entonces quedaron estacionados en un predio
del ejército… hasta que sean desarmados y puestos en containers para ser
llevados a la Argentina.
Los problemas no se acaban con la edad de los helicópteros. Los
aparatos fueron fabricados y equipados para ser usados por los Carabinieri, la
policía italiana, en misiones de patrulla. Por lo tanto carecen del blindaje y
de los equipos que son fabricados específicamente con propósitos militares,
dando por sentado que el costo adicional de su adecuación será afrontado por la
Argentina. Por ahora los rumores indican que serán equipados con ametralladoras
externas laterales Minigun de 7,62 milímetros provistas por los italianos, pero
no se sabe nada de los equipos de navegación, comunicaciones y puntería que
suelen tener los helicópteros militares o del costo que tendrá preparar los
espacios para tropas o sistemas de defensa pasiva necesarios para sobrevivir en
un campo de batalla moderno.
No es menor el origen de la compañía Westland, que en la actualidad es
uno de los mayores proveedores del ejército británico en tiempos en que la
controversia por Malvinas se ha tornado un asunto prioritario de la agenda
política nacional.
De momento la operación sigue adelante y se espera que los helicópteros
sean incorporados al escuadrón 602 de Exploración y Ataque del Ejército
Argentino basada en Campo de Mayo. Los G222, que llegaron al país entre marzo
de 1977 y abril de 1978 ya son historia y se especula sobre el modo en que se
resolverá su ausencia, considerando que su capacidad para transportar 9
toneladas de carga o 44 tropas a 4.900 kilómetros de distancia y de aterrizar
en pistas precarias no tiene un
sustituto dentro del arsenal argentino. Incluso las fuerzas armadas de los EEUU
han decidido modernizar los diez G222 que operan desde la década del 70,
mientras terminan de sacar de servicio los OH-58 - la versión original del
AB-206 - que aún quedaban en servicio.
Hace horas el ministro Agustín Rossi anunció su decisión de no revisar
lo actuado por su predecesor en la polémica campaña antártica, aún cuando se señalaron
serias irregularidades en las contrataciones realizadas por esa cartera. Tampoco
parece existir ánimo para reconsiderar los contratos firmados en gestiones
anteriores a la de Arturo Puricelli. Quizás haya que esperar que los nuevos
(viejos) helicópteros AB206 muestren su utilidad y capacidad para seguir
volando después de 39 años de entrar en servicio.
En Twitter: @EliminandoV
Aviones de Malvinas? No tendrían que estar en un Museo en última instancia? Qué desastre esta gente.
ResponderEliminarEl AB 206 lo fabrica AGUSTA de ITALIA NO ES LO MISMO QUE EL BELL206 no se puede decir asi nomas que es antiguo ,para algunos esta todo mal ,hay que dejarce joder,hace un par de años no podiamos comprar ni uno de juguete.
ResponderEliminarAB 206: http://www.helis.com/database/model/168/ de 1967!
EliminarBell 206: http://www.helis.com/database/model/204/ de 1962!
Si tenes razon no son viejos. Nos tendriamos que quejar si compran el prototipo de los hermanos wright.